Recomendaciones para evitar estafas virtuales

Crecieron con la pandemia y tienen modalidades cada vez más difíciles de ser detectadas: las estafas virtuales son un mal al que todos estamos expuestos tanto en páginas web como en nuestras redes sociales, correos electrónicos y aplicaciones de mensajería (por ejemplo WhatsApp, Telegram, etc.) ¿Cómo prevenirlas? Seguí leyendo, porque aquí te damos las recomendaciones más importantes para evitar las estafas virtuales.

Las estafas virtuales pueden estar en muchos canales digitales: desde correos maliciosos supuestamente provenientes de bancos u otros organismos; mensajes de texto, de Whatsapp o directos en tus redes sociales que te piden información personal y de tus cuentas; y hasta llamadas telefónicas de supuestos operadores bancarios.

Las estafas bancarias se han refinado en los últimos años para viajar con rapidez por el mundo digital, especialmente potenciadas por la pandemia, cuando todos comenzamos a pasar cada vez más tiempo en redes sociales y en internet en general.

Muchos de nosotros hemos escuchado alguna vez de alguien que cayó en este tipo de estafas en internet, y nos preguntamos ¿cómo podemos evitar ser una víctima más de estos delitos?

Para aclarar tus dudas, aquí te contaremos los tipos de estafas virtuales, cómo reconocerlas y las recomendaciones para prevenirlas.

¿Cuáles son los tipos de estafas virtuales?

En principio, una estafa es un daño a tu patrimonio, y el estafador se vale del engaño para ejecutar ese daño o fraude. Internet y las redes sociales son un terreno fértil para que actúen esta clase de estafadores.

Estas son las principales modalidades de estafas en internet:

• El phishing: es un correo electrónico que parece provenir de un banco u otro organismo, con el propósito de que quien lo recibe envíe información personal o de acceso a sus cuentas bancarias. También pueden incluir un enlace para que descargues algún archivo con un programa malicioso, también llamado malware. Un malware es un software que infecta tu computadora y puede bloquear el acceso a tu equipo, impidiéndote que vos mismo entrés, o es capaz de recopilar tus datos personales, números de tarjetas de crédito, usuario y contraseña de tu homebanking, y otra información financiera de valor.

¿Cómo reconocer un caso de phishing?

Tené presente estas claves para identificar si estás ante un intento de phishing:

1. El remitente es un contacto desconocido que pretende hablar en nombre de una organización.
2. Los correos suelen tener fallas de redacción y ortografía.
3. La dirección de correo es similar pero no la misma que la real. Habitualmente cambian una o varias letras (por ejemplo letra “o” por un cero, letra “l” por 1, etc.).
4. Te piden que actúes urgentemente sobre algo que no esperas. Por ejemplo: una falsa transferencia o un error que debe ser subsanado de inmediato.
5. Te alientan a que completes datos o descargues archivos, que por lo general son softwares maliciosos.

¿Qué podés hacer para evitar el phishing?

Ignorá estos mensajes y borralos inmediatamente. No hagas clic en ningún link ni descargués archivos adjuntos.

• El smishing: Es otra modalidad de estafa en Internet, cuyo auge ha estado en ascenso. El estafador envía mensajes de texto por cualquier aplicación, haciéndose pasar por un banco o por otra entidad, para que le brindes tu información confidencial

¿Qué hacer para evitar el smishing?

En primer lugar, no hagas clic en ningún enlace, ni respondas a estos mensajes. En cuanto lo recibas, eliminalo.

• El spoofing: así se conocen todas las técnicas de estafa que se basan en suplantación de identidad, tanto mediante envío de correos electrónicos como con el uso de páginas falsas. El objetivo es siempre el mismo: engañar para acceder a datos sensibles o instalar un software malicioso.

Recomendaciones para evitar estafas virtuales

Ya conocés cómo actúan los estafadores bancarios a través de internet. Ahora prestá atención a las recomendaciones más importantes para evitar estos delitos.

• Nunca envíes tus datos personales o bancarios

Cuando nos referimos a datos, hablamos de tu clave, usuario, token o foto de tu DNI respondiendo a llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes de Whatsapp o mensajes directos que recibas por redes sociales o SMS.

Ningún banco u organismo te va a pedir esa información bajo ninguna circunstancia, ni tampoco te enviarán un mail para que cambies tus claves.

Si recibís alguna comunicación pidiéndote estos datos y tenés dudas, llamá directamente al Banco o, si se trata de un conocido, comunicate vos mismo con esa persona para verificar cualquier situación extraña.

• No suministres tu información personal o bancaria en enlaces que recibas por correo electrónico.

Siempre accedé a tu Banco a través de su sitio web legítimo poniendo su dirección directamente en el navegador.

• Leé bien y con detenimiento los correos electrónicos que recibís.

Prestá atención a los dominios de la dirección de correo (la que se encuentra luego del “@”), a la redacción y a la ortografía. Muchas veces los estafadores usan direcciones electrónicas muy similares a las oficiales pero cambiándoles apenas una letra, o escriben con errores.

• Verificá quién te escribe.

Si se trata de un perfil en redes sociales, recordá que los usuarios verificados tienen una tilde azul que evidencia que pasaron por un proceso de autenticación y que son perfiles legítimos. Los perfiles falsos suelen tener pocos seguidores y solo poseen publicaciones recientes. Ignorá todo mensaje fraudulento y hacé la denuncia en los departamentos de soporte de cada red social.

• No respondas ningún correo, llamada telefónica o mensaje que recibas sobre supuestos errores tras una transferencia bancaria.

Tampoco sigas instrucciones que alguien te brinde para que vayas a un cajero automático o entres a tu home banking mientras conversa con vos.

Si tenés dudas, colgá la llamada y comunicate vos con tu banco.

• Si utilizas tu teléfono celular, solo descarga e instala aplicaciones desde sitios oficiales
• No accedas a tus redes sociales o a tu cuenta bancaria online usando equipos públicos o de otras personas.

Tampoco uses redes de wi-fi públicas para ingresar a sitios donde debas introducir tus contraseñas. ¡Protegé tu información!

• Usá contraseñas robustas, que incluyan mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales.

Tampoco uses la misma para todas tus cuentas, aplicaciones o sitios web. Sé creativo: debe ser una contraseña que recuerdes pero que otros no puedan adivinar. Es decir, evitá tus fechas de nacimiento, segundo nombre, DNI o datos que otros puedan adivinar fácilmente.

• Activá la autenticación en dos pasos.

Hoy en día es exigida por la mayoría de las aplicaciones, plataformas de correo electrónico y redes sociales, y consiste simplemente en tener un segundo método de verificación para que las plataformas puedan asegurarse de que sos vos el que está ingresando.

• En las aplicaciones de mensajería como Whatsapp, desactiva la opción que permite que quienes no tengas en tus contactos puedan acceder a tu foto de perfil, así no podrán usarla para suplantar tu identidad.
• Ignorá mensajes sobre supuestas promociones, regalos, descuentos. Suelen ser links con malwares.
• Al momento de hacer una compra online, investigá la reputación del sitio web.

Hoy en día el valor de las reseñas de otros usuarios es muy valioso y puede evitarnos males mayores.

¿Cómo denunciar una estafa bancaria?

Si detectás una estafa virtual, podés contactar a la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI). También podés acudir a comisarías o fiscalías para hacer la denuncia, o a través de la línea 137.

Recordá que lo más importante es: mantenernos atentos, no responder ante pedidos urgentes por cualquier canal digital, ni suministrar nuestros datos personales y bancarios bajo ningún concepto, y verificar que estás comunicándote con tu banco siempre por las vías oficiales. Entre todos podemos hacer un sistema bancario más seguro.