Objetivos Financieros

MEDIBLES: seguirlos en números es una buena opción: ¿qué porcentaje del objetivo completaste? ¿Ahorraste lo que te propusiste? ¿Cuánto invertiste de lo que ahorraste? ¿Está alineado a lo que te propusiste? Este seguimiento lo podes hacer con un bloc de notas, una app, o un calendario.

ALCANZABLES: Ponete un objetivo que puedas concretar. Que sea factible. Si te pones objetivos inalcanzables te vas a frustrar y vas a rendirte. Por eso, empezá a ponerte objetivos pequeños y luego los irás ampliando y complejizando.

REALISTAS: los objetivos financieros tienen que estar alineados a la vida que llevás, teniendo en cuenta los compromisos, el trabajo, el tiempo que tengas, y tu ingreso mensual/semanal, etc.

TEMPORALES: cada objetivo financiero tiene que ser alcanzado en un rango de tiempo determinado. Anotá en tu calendario cuándo finalizaría ese objetivo, es decir, cuando lo deberías haber alcanzado, y analizá si realmente el objetivo fue M.A.R.T.E o no. De esa manera podés re-formular tus objetivos financieros. Si los objetivos se cumplieron como lo planificaste, podés auto regalarte algo simbólico para que sigas motivándote a seguir en este camino.

ESPECÍFICOS: cuando formulás tus objetivos financieros tenés que poner todos los detalles de lo que vas a hacer:  cuándo, quién, qué, cuánto, y cómo.